España se ahorrará 600 millones de euros con el nuevo modelo de tv digital. Los operadores no ven a la TV híbrida como una amenaza, según las III Jornadas AEDETI.

El nuevo modelo de televisión híbrida, de servicios de radiodifusores y banda ancha, no parece inquietar a los operadores, pero las diferencias entre los españoles y los de fuera es que España sigue buscando fórmulas para rentabilizar la nueva tecnología y fuera ya invierten para lograrlo. Así se manifestó en la mesa redonda «Los radiodifusores ante el reto de la nueva comunicación» en el marco de las III Jornadas Aedeti. Carles Manteca, jefe de Programación y Servicios Técnicos de la TVC, indicó al respecto que «la televisión híbrida es simplemente una oportunidad, porque amplía el espectro de emociones, como podrían llamarse las facilidades de uso, y el consumo». Para él, si aumenta éste «habrá más negocio y mayores capacidades de crecer».

En la misma línea, José María Casado, director técnico de Antena 3, resaltó que «si llegara el caso de que fuera una amenaza lo que habría que hacer es convertirla en oportunidad». El directivo de la cadena privada recordó que ya con anterioridad «la TDT fragmentó el mercado y en ese momento invertimos en los nuevos canales, con proyectos innovadores como la pauta única», por lo que afirmó que «ya estamos acostumbrados a los cambios tecnológicos y ahora simplemente tenemos que aprender a conectar con nuestros nuevos televidentes».

Menos optimista fue Frederic Tapissier, Innovation and CE parntnerships Manager de la TF1 francesa, para el que «la amenaza está ahí», aunque subrayó que «la respuesta de los radiodifusores debe ser convertirla en una oportunidad, siendo capaces de gestionar los flujos de trabajo de manera adecuada, invirtiendo en HbbTV». En este sentido, Peter Mac Avock, de la European Broadcasting Union, puntualizó que «la simplicidad de nuestra oferta es la que la hace popular y por ello no hay que alienar a los jóvenes porque a éstos les gusta la simplicidad».

En lo que no coincidieron unos y otros fue en el orden de prioridades de las cadenas. Para las españolas lo primordial sigue siendo su programación lineal, porque, como dijo José María Casado, «la medición de audiencia es lo que nos da de comer», por mucho que como confesara «también hay mucha gente dentro de nuestro grupo destinada a crear contenidos de otro tipo». Fuera de nuestras fronteras, en lugares como Francia, donde ya se han vendido un millón de televisiones compatibles con HbbTV, la TF1, como reconoce Frederic Tapissier, «ya ha llegado a un acuerdo con una productora norteamericana para poder vender sus series una vez que han sido emitidas en Estados Unidos». Según él, «el mercado está dispuesto a pagar por los servicios que se ofertan».

En la Jornada Paul Lee, responsable de tecnología, medios y telecomunicaciones de investigación de Deloitte señaló que «el futuro de la televisión no corre ningún peligro mientras siga ofreciendo contenidos interesantes». Para él, ningún otro soporte podrá reemplazar en los próximos años a este medio, a pesar de la proliferación de aparatos tecnológicos que inundan e inundarán cada vez más unos hogares en los que, según él, «dentro de 15 años habrá más dispositivos conectados que enchufes». Paul Lee, que además de ser responsable del millón de euros que invierte cada año su compañía en investigación sobre todo cuanto acontece en el medio televisivo, es columnista del diario «Financial Times», destacó como principal virtud de la televisión que es una «actividad social que satisface necesidades que tiene el ser humano como relajarse y desconectar de su vida diaria, ya que, a diferencia de otras tecnologías, te permite reunirte con la familia». Aunque es consciente de que los jóvenes la ven cada vez menos, puntualiza que éstos, a medida que se vayan haciendo mayores, apostarán de nuevo otra vez por ella.

Una muestra clara del interés de la gente en el medio televisivo es, según él, que «pese a la crisis, cada vez se compran más televisiones». Como ejemplo de ello puso al Reino Unido, donde en la actualidad se venden entre 8 y 10 millones de televisores al año y donde como mucho cada tres años se reemplazan por otros nuevos. «En vez de comprar coches se compran televisiones», señaló. Para Lee, «la televisión forma parte de nuestra vida social, porque pasamos frente a ella una cuarta parte del tiempo que estamos despiertos», lo que también ha constatado es que cada vez se tiende a adquirir aparatos más grandes, por lo que prevé que «en 2020, como mínimo una tercera parte serán de más de 42 pulgadas». Aunque reconoce que «a mucha gente, sobre todo joven, le gusta chatear o mandar sms y twitter mientras ve televisión», Paul Lee también lamenta que la interactividad con los programas es mínima, «se prefiere hablar con amigos». Buena prueba de ello es para él un dato como el que mientras que en el Reino Unido el 70% de las familias ya puede acceder a la televisión conectada, tan sólo lo hace el 5%, lo que demuestra que «mientras la tecnología sí ha sido desplegada, el consumo no».

Eso no quita, como precisa, que cada vez haya más demanda de vídeo a la carta y que cada vez sea mejor la calidad de los productos, pese a que «lo que más se ven son contenidos para adultos». Por lo que respecta a nuestro país, el principal problema que ve en este sentido es que «la banda ancha suele tener precios muy elevados mientras que en otros países, como Reino Unido, hay mucha gente que no paga nada por este servicio».

«Sin perder un ápice de prestaciones pero con un coste muchísimo menor». Así es como valora el Director General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, Alberto Rodríguez Raposo, los cambios llevados a cabo tanto por su Secretaría de Estado como por los agentes del sector en el modelo de TV digital en España. La necesidad de estar junto al resto de los grandes países de Europa a la hora de modificar el espectro radioeléctrico, ha hecho, según él, que todas las partes hayan logrado un «consenso total».

Según Rodríguez Raposo, que ha inaugurado hoy las III Jornadas Aedeti «La televisión del Futuro. La revolución híbrida» la clave para ello ha sido los acuerdos logrados en el pasado agosto, mes que calificó como «relevante» en nuestro país para el impulso de la televisión digital, al sentar las bases del dividendo de liberalización del espectro radioeléctrico, impulsar la introducción a la TV de alta definición y la conectividad, y anticipar el despliegue de la tecnología 4D.

En este sentido, y pese a agradecer la labor llevada a cabo por sus predecesores, el director general indicó que el coste para todo ello se verá reducido a aproximadamente 300 millones de euros, de los 800 o 900 que previó el anterior equipo de Gobierno.

El director General de Telecomunicaciones recordó que en la Unión Europea no hay todavía un acuerdo sobre las fechas de introducción en la nueva banda ancha del segundo dividendo digital por lo que creía que había que hacer «los mejores esfuerzos» para evitar la inversión en antenización de canales que ahora están implicados en la puesta en marcha del nuevo espectro radioeléctrico.

Eso sí, recordó que en febrero del presente año se estableció en Europa que la banda para el mismo debería quedar disponible para servicios móviles en enero de 2013, aunque se podría solicitar una prórroga para lograr ese nuevo dividendo digital. A pesar de que, según él, nuestro país tiene unas «circunstancias peculiares, porque es donde más se consume tv digital y donde hay más canales en la banda de ese dividendo», cree que «España, como la mayoría de los grandes países europeos, no va a solicitar esa prórroga para introducir la telefonía móvil de cuarta generación».

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