Facua convoca «un día sin compras» de trabajadore sy consumidores ante el gobierno y el que la crisis la paguen las víctimas.

Esta asociación de consumidores se lanza a este día sin compras, con el lema “Contra una Europa dominada por el mercado” y pide a los consumidores que conviertan el 29 de septiembre en un Día sin Compras y sin la contratación de servicios, cuyo uso pide que se reduzca a los esenciales o de primera necesidad. Se trata de sus respuesta a las medidas que están provocando que la crisis la paguen las víctimas y no los culpables. Para el Presidente de Facua, Francisco Sánchez Legrán, “el Gobierno parece que pretende apagar fuego con gasolina, porque ni se puede combatir el paro abaratando el despido ni respondiendo a quienes provocaron la crisis con una desregulación y una falta de control que no evitará que se repita».»Padecemos una crisis causada por la desregulación de los mercados y la avaricia del sector financiero más especulativo, que en nuestro país ha sido agravada por el fin de la burbuja inmobiliaria», plantea el manifiesto elaborado por FACUA, que puede leerse en la webFACUA.org/diasincompras. FACUA denuncia que en lugar de buscar soluciones cuestionando “un modelo económico y productivo basado en la especulación y en patrones irracionales de consumo», se quiere utilizar la crisis que éste ha provocado “para justificar recortes sociales, recortes a los derechos de los trabajadores y recortes en las garantías y derechos de los consumidores, debilitando con ello las conquistas de la ciudadanía, las conquistas del Estado del bienestar». El manifiesto por el que se promueve este Día sin compras el 29 de septiembre recuerda que “son muchos los ejemplos y muchas las consecuencias sufridas estos años por miles de ciudadanos», y cita entre ellos la escalada demencial del precio de la vivienda, el endeudamiento familiar, los fraudes bajo productos de pseudoinversión, las quiebras de grandes compañías, las irregularidades continuas de las compañías aéreas, las cláusulas abusivas en contratos bancarios, las cláusulas suelo-techo de las hipotecas, los abusos de las telefónicas, la liberalización de los servicios energéticos de espaldas al consumidor, etc.