OCU encuentra grandes diferencias de precios para calidad similar pero ninguna crema destaca en hidratación

OCU ha realizado un análisis comparativo de 17 cremas hidratantes que se anuncian para todo tipo de pieles, o pieles que van de normales a mixtas. Los resultados demuestran que el producto más caro, ni hidrata ni convence más que los otros, por lo que sugiern las cremas más baratas, ante los mismos efectos.Todas las cremas analizadas cumplen con su cometido, aunque en capacidad de hidratación ninguna destaca sobre las demás. Sin embargo en cuanto a precios, las diferencias son abismales. Con lo que se paga por la última del análisis, se pueden comprar 75 tarros de la crema hidratante que obtiene los mejores resultados. El contenido del estudio se publica en el número 128 de la revista OCU-Salud.

La crema hidratante es un producto de consumo habitual entre las mujeres. OCU ha enviado al laboratorio 17 cremas hidratantes para medir mediante técnicas rigurosas y con aval científico la calidad de las mismas. En la valoración de resultados también se han incluido una prueba de uso y el análisis del etiquetado.

Para llevar a cabo este análisis OCU no ha tenido en cuenta la publicidad, el envase y sus características o las condiciones de venta (ubicación en tienda, asesoramiento), circunstancias estas a las que dedican una gran inversión los fabricantes pero que no se pueden medir en un laboratorio o en una prueba de uso. OCU ha analizado cinco características de las cremas hidratantes. En primer lugar se ha medido su eficacia en la hidratación mediante un test de corneometría en un laboratorio especializado, cada producto fue probado en condiciones de “ciego” por veinte voluntarias. Las mediciones se han realizado antes y después de la aplicación de los productos durante cuatro semanas. Después se ha realizado una prueba de uso, mediante la cual cada producto fue probado por treinta usuarias, con una prueba también a ciegas en la que recibieron las muestras en tarros idénticos de color blanco, de esta forma se valoran objetivamente las características del producto sin dejarse llevar por la publicidad, la marca o las expectativas del producto. 

También se ha medido el factor de protección solar, únicamente de aquellas cremas que anunciaban su contenido. Se ha evaluado el cumplimiento de la legislación europea en materia de etiquetado y la presencia de alegaciones innecesarias o vacías de contenido. Por último se ha revisado la presencia de sustancias que OCU recomienda evitar, por ejemplo alérgenos, normalmente utilizados como fragancias, y unos conservantes, los parabenos, en concreto de parabenos de cadena larga, por ser sustancias bajo sospecha de alterar el sistema hormonal que están empezando a ser eliminados de muchos productos de la UE.

Los resultados obtenidos son correctos para todos los productos, ninguna crema suspende. Todos los productos mejoran la hidratación de la piel, aunque ninguno destaca mucho por encima de los demás. 11 cremas obtienen la categoría de buena, 6 se encuentran en una categoría aceptable. La crema CIEN de Lidl es la mejor de las analizadas por OCU. Le siguen  VICHY, GARNIER Skins Naturals, NIVEA, AVENE y LA ROCHE POSAY. Por el contrario, los peores resultados obtenidos en el análisis son para LA MER y DELIPLUS.

La situación es totalmente distinta en el precio. Las diferencias son abismales. La mejor del análisis cuesta 2,99 euros por envase, frente a los 225,25 que cuesta la más cara, que es también la que obtiene la calificaciones más bajas. De los resultados se desprende la principal recomendación de OCU, no es necesario gastar mucho para tener cremas de una calidad aceptable. Para intentar ayudar a los consumidores en su elección OCU ofrece una serie de consejos:

Todas las cremas hidratan y lo hacen de forma correcta. Pero hay que tener en cuenta que su efecto es sobre todo estético y sensorial. No penetran más allá de las capas superficiales de la piel. No es necesario empezar comprando las cremas más caras. Los resultados demuestran que el producto más caro, ni hidrata ni convence más que los otros. Es por tanto recomendable comprar las cremas más baratas, donde por poco dinero se tienen los mismos efectos. Para ahorrar es conveniente estar atentos a las promociones, ofertas y descuentos. Las tiendas on line pueden ser una buena alternativa, aunque hay que tener en cuenta los gastos de envío y la variedad de marcas.

Para estar seguros de que nadie ha abierto y probado la crema, escoja las que tienen precinto. No haga caso de la publicidad ni de menciones como hipoalergénico, dermatólogicamente testado, con control dermatológico o no comedogénico. Estos términos no tienen significado legal y cada fabricante los usa a su antojo, más bien como reclamo comercial. Es conveniente reconocer los conservantes que por precaución conviene evitar: El butyl o propylparaben (dos tipos de parabenos de cadena larga) y el methylisothizolinone, un conservante con elevado potencial alergénico. Aunque se usen en cantidades pequeñas y dentro de los límites permitidos, se están empezando a eliminar en muchos productos. La propia industria ha empezado a incluirlo en su publicidad.

Si se tiene alergia  a los perfumes o la piel muy sensible, hay que evitar las cremas que llevan fragancias alergénicas. Es necesario que el producto lo indique en su etiquetado. Para tener una protección solar adecuada, es recomendable utilizar una crema específica. Solo una de las cremas llevaba una protección solar adecuada. Las demás ofrecían una protección baja. No hay que sobrevalorar los efectos. Para tener una piel más sana, hay que cuidarse. Evitar fumar, protegerse de los rayos del sol, llevar una dieta equilibrada y beber lo suficiente. OCU pone a disposición de todos los consumidores información en su página web sobre los resultados de este estudio

No Comments Yet

Leave a Reply

SUSCRÍBETE AL BOLETÍN

Regístrate para recibir las últimas novedades del Programa de La Publicidad en tu email