El 63% de las fundaciones españolas carece de un código de buen gobierno

Se trata de la presentación de El Informe “El buen gobierno en el sector fundacional” este martes en ESIC y elaborado por la Fundación PwC. El sector fundacional se enfrenta a importantes retos en materia de buen gobierno, siendo necesario plantear propuestas de futuro para asegurar su efectividad, el cumplimiento de los más altos estándares de gobierno corporativo y la protección de su reputación.Por ello se profundiza en la situación actual y el futuro de las fundaciones en materia de buen gobierno y muestra las grandes prioridades que deberían ser abordadas por sus patronatos.

Asi se recoge que el sector fundacional y el tercer sector español se compone de casi 9.000 fundaciones activas que dan empleo a más de 22.000 profesionales, atendiendo a más de 35 millones de beneficiarios. Sin duda, es un colectivo esencial en la estructura social y un motor de asistencia y desarrollo de nuestro país, pero cada vez son más las organizaciones preocupadas por mantener una gestión adecuada y transparente mediante la realización de buenas prácticas de gobierno.

Para Jesús Díaz de la Hoz, presidente de la Fundación PwC, autora del citado informe, “los códigos de buen gobierno son mecanismos necesarios para garantizar que la actividad fundacional se desenvuelva dentro del clima de confianza requerido para la eficiencia en la gestión y el progreso social. En la actualidad, un 63% de las fundaciones carece de un código de buen gobierno, aspecto que la mayoría de los patronos considera un área con recorrido de mejora para su fundación”. En su opinion “el sector fundacional tiene que reflexionar sobre los retos a los que se enfrenta en materia de buen gobierno, construir consensos sobre los ejes que pueden determinar su viabilidad y sostenibilidad y plantear propuestas de futuro”.

El presidente de la Fundación PwC ha señalado lo que a su juicio son las prioridades que deberían ser abordadas por los patronatos: el gobierno corporativo como apoyo a la estrategia; la transparencia y la comunicación; la gestión profesional y eficiente; la flexibilidad y adaptación; el control y gestión de riesgos y la supervisión financiera.

Díaz de la Hoz también ha declarado que “en los últimos años, se observa una mejora significativa en relación con la información reportada por las fundaciones a través de sus canales de comunicación. No obstante, sigue habiendo un amplio recorrido de mejora en cuanto a la información y puesta en valor de sus características esenciales; en especial, en el ámbito de la rendición de cuentas y la gestión económica de sus recursos.

El Informe “El buen gobierno en el Sector Fundacional” señala una serie de áreas de mejora en materia de buen gobierno fundacional entre las que destacan la implantación de buenas prácticas dentro del modelo de gobierno fundacional, el establecimiento de políticas que permitan desarrollar un entorno de control adecuado, la revisión y diseño de planes de sucesión del presidente y de otras figuras clave, el fortalecimiento de los procesos de comunicación, una reflexión sobre la composición y proporción actual de los órganos de gobierno, el desarrollo de modelos de relación con los grupos de interés clave, el diseño de programas de actualización de conocimientos y el fortalecimiento de los mecanismos de transparencia e información.

Javier Nadal, presidente de la Asociación Española de Fundaciones (AEF) que ha colaborado en la elaboración del mencionado informe, ha señalado que “es vital mejorar la transparencia de las fundaciones y a ello ayuda el hecho de saber distinguir entre los órganos de gobierno y los órganos de gestión”. En su opinion, “el buen gobierno es importante para las grandes empresas pero también para las pymes porque revierte en una major gestión empresarial”.

Para Manuel Sevillano, director general de MERCO, “no puede haber negocios sostenibles en sociedades que no los son”. Para Sevillano, “los dos aspectos que más influyen en la reputación de una empresa son, por un lado, la capacidad para atraer y retener talento, y por otro, la RSC. Y precisamente una de las debilidades de las compañías en España es la RSC de los gobiernos corporativos de las empresas”. En este sentido, ha sentenciado que “la endogamia organizacional no beneficia la transparencia y la reputación”.

Laura González-Molero, patrona de la Fundación ADECCO, explicó que “la transparencia tiene que emanar de todas las organizaciones, no puede ser solo un mandato imperativo legal”. Para González-Molero “los patronos deben involucrarse en la reputación de las fundaciones y para ello, deben tener un perfil competencial adecuado. Necesitamos talento diverso en las fundaciones”.

“Las fundaciones son una parte importante de la sociedad y no solo necesitan un buen gobierno, necesitan un buen marketing” ha declarado Carmen Bieger, directora de la Fundación Atresmedia. Y como ha señalado Marta Colomina, directora general de la Fundacion PwC “el board refreshment o necesidad de renovación de los órganos de gobierno incorporando perfiles con visiones y capacidades diferentes, es hoy un factor crítico en la evolucvión del buen gobierno”.

La jornada fue clausurada por Eduardo Gómez Martín, director general de ESIC, que expùso «la mision de la Escuela que está el difundir valores éticos y de racionalidad en los negocios, no por un mero cumplimiento, sino porque forma parte de nuestro adn. En este sentido, trabajamos para que nuestros alumnos salgan preparados con un profundo sentido de la responsabilidad social”.

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