El informe ofrece una primera valoración de la aplicación de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales (Unfair Commercial Practices Directive, en adelante, UCPD) en los Estados Miembros y evalúa sus efectos. Se trata de una de las principales iniciativas llevadas a cabo con el objetivo de implementar la Agenda del Consumidor Europeo (European Consumer Agenda). La UCPD se adoptó el 11 de mayo de 2005. Su principal objetivo es asegurar que no se induce a engaño a los consumidores o que éstos no estén expuestos a un marketing agresivo y que cualquier afirmación realizada por comerciantes en la Unión Europea es clara, precisa y está corroborada, permitiendo así a los consumidores tomar decisiones informadas. Sus provisiones basadas en principios pretenden garantizar que el marco legislativo es lo suficientemente flexible como para hacer frente a los nuevos métodos de venta, productos y técnicas de marketing. La Directiva es horizontal por naturaleza y cubre la totalidad de transacciones entre empresas y consumidores (business-to-consumer o B2C), tanto si se realizan online como offline, incluyendo tanto bienes como servicios. Los objetivos principales de la Directiva son contribuir a que el mercado interno esté completo al eliminar las barreras creadas por diferencias en leyes nacionales sobre prácticas comerciales desleales y ofrecer un alto grado de protección a los consumidores. Según las principales conclusiones del informe, la experiencia obtenida en estos primeros años de implantación de la Directiva demuestra que ésta ha ayudado a mejorar la protección de los consumidores en los Estados Miembros, al tiempo que ha permitido proteger a las empresas que actúan de forma legal contra aquellos competidores que no respetan las reglas del juego. Asimismo, ha sido utilizada por los organismos nacionales de control de la protección de los consumidores para contener y penalizar una serie de prácticas empresariales desleales.
