La industria farmacéutica recuperará rentabilidad entre 2014 y 2015 según el III Pharma Survey de KPMG

El 91% asegura que las ventas de sus compañías han caído por la coyuntura económica y las modificaciones normativas que se han introducido en España. Las principales preocupaciones a corto plazo son la capacidad para mantener márgenes y el entorno regulatorio. El 64% de los directivos de la industria farmacéutica en España considera que la rentabilidad de las compañías del sector podría comenzar a mejorar entre 2014 y 2015, mientras que un 28% de ejecutivos retrasa este cambio de tendencia hasta al menos 2016, según se desprende del III Pharma Survey 2014 que ha elaborado KPMG. Un 8% de los participantes manifiesta que el margen de su compañía ya comenzó a incrementarse en 2013. Las medidas impulsadas para la reducción del gasto farmacéutico, la nueva regulación sobre precios y el retraso en el abono de las deudas por parte de las administraciones públicas han afectado profundamente al mercado farmacéutico español.

La coyuntura económica y las modificaciones normativas que se han introducido en España para atajar el déficit en la sanidad han tenido un importante impacto en el negocio de los laboratorios farmacéuticos y/o compañías de producto sanitario, distribuidores mayoristas y oficinas de farmacia. El 91% de los directivos encuestados por KPMG asegura que estas medidas han dado lugar, entre otros efectos, a una importante reducción de márgenes y facturación en sus compañías, mientras que un 7% afirma que no han tenido ningún impacto y el 2% responde que se ha producido un aumento de las ventas. Hay que tener en cuenta que el gasto farmacéutico público en oficina de farmacia ha experimentado una reducción considerable y se sitúa en un nivel similar al del año 2003. De cara al futuro, la estrategia de las compañías para asegurar el éxito pasa por lograr una mayor eficiencia en la fuerza de ventas y la implantación de nuevos modelos comerciales; la optimización de costes operativos y de estructura; el establecimiento de alianzas con otros operadores; la adquisición de negocios estratégicos y el desarrollo de nuevos modelos de acceso al mercado.

Entre los directivos que citan un descenso de las ventas, el 55% asegura que se ha producido una caída de entre un 15% y un 25% en la facturación, mientras que el 21% lo sitúa por encima del 25%. Esta reducción de la facturación desemboca en dificultades financieras y reestructuraciones corporativas, como la eliminación de áreas de negocio y la venta de unidades no estratégicas. También provoca un rediseño del negocio, centrando el enfoque hacia ciertas parcelas de actividad, cese o reducción de actividades de venta de medicamentos de prescripción o reducciones de personal/redes de venta.

Sobre cuáles son las principales preocupaciones para su propia compañía en los próximos doce meses, el 46% de los directivos asegura que es muy importante la capacidad para mantener márgenes de negocio, mientras que un 44% sostiene que son los nuevos modelos de establecimiento de precios y un 42% ve muy importante el acceso al mercado. En lo que se refiere al medio plazo, el incremento de la presión derivada del entorno regulatorio y el control y disminución de precios de venta, y por lo tanto la capacidad para mantener márgenes, son las dos principales preocupaciones a las que se enfrentan las compañías, según los directivos del sector encuestados. Existen otras preocupaciones relevantes como son la creciente competencia de los genéricos para los laboratorios de marca, la caducidad de las patentes actuales y la falta de nuevos productos en cartera para estos últimos.

El plan de acción que más se ha puesto en marcha por parte de las empresas del sector farmacéutico en respuesta a los cambios en la industria y en el entorno de negocio actual se basa en la disminución de los costes de estructura, seguido de la búsqueda de nuevos acuerdos con otros participantes del sector para la distribución de productos que les garanticen incrementos en la cifra de ventas. Además, las compañías están redefiniendo su estrategia comercial y de fuerza de ventas, así como externalizando sus procesos no críticos.

En línea con lo que resulta de las respuestas a otras preguntas de este Pharma Survey, en opinión de gran parte de los directivos encuestados, la mayoría de las cuestiones que afectarán a las ventas de sus compañías no estarán directamente relacionadas con los riesgos propios del desarrollo ordinario de sus negocios, sino con los efectos derivados de las medidas normativas introducidas en España durante los últimos años y, en general, con las políticas de las autoridades sanitarias en relación con la prestación farmacéutica. Así, los tres factores que tendrían un mayor impacto en las compañías serían la revisión de precios de los medicamentos incluidos en el modelo de precios de referencia (un 63% de los ejecutivos cree que tendrá un alto efecto), las políticas sanitarias que favorezcan la rápida introducción de nuevos genéricos (un 51%) y aprobación de medidas como concursos o subastas centrales y dispensación hacia farmacia hospitalaria (un 49%).

La percepción de la opinión pública y de las administraciones sobre la ética de las actividades comerciales de las empresas farmacéuticas sigue teniendo importantes oportunidades de mejora. La principal razón es que el conocimiento por parte de la opinión pública del código deontológico de la industria es todavía bajo, según piensa el 32% de los directivos, mientras que un 24% asegura que la credibilidad de dicho código es escasa. Por otro lado, la mayor parte de los directivos (un 63% de los encuestados) considera que las centrales de compras impulsadas por el Estado y las comunidades autónomas van a suponer muy probablemente un incremento de la competencia en precios y, por ende, una disminución de los ingresos para la industria farmacéutica, que irá unida a una reducción de la inversión en investigación y desarrollo en España.

La mayoría de los encuestados estima que las medidas impulsadas por el Estado en relación con la morosidad de las administraciones van a suponer una disminución de los plazos de cobro por deudas y una mejora en la liquidez y endeudamiento de los laboratorios que repercutirá esencialmente en un incremento de la inversión en el exterior y en I+D en España. En línea con lo anterior, la mayor parte de los encuestados considera bastante o muy probables líneas de colaboración en la relación público-privada basadas en la racionalización en los costes; la transformación de los modelos de salud; nuevas formas de financiación y retribución de innovaciones terapéuticas; y/o acciones como son la formación, la difusión y el apoyo en obtener una adherencia adecuada en el consumo de medicamentos por parte de los pacientes.

Pie de foto (de izquierda a derecha) José Ignacio Rodríguez Prado, socio responsable de Sector Farmacéutico de KPMG y Francisco Aranega, abogado director de KPMG Abogados especializado en derecho farmacéutico.

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