Pedreño, catedrático en Economía: “Europa no debe intentar replicar a Google»
Abelardo Ibáñez: “La IA no es un fenómeno por venir: ya está transformando nuestro presente”.
Zenith celebró este martes la VI edición de Datecnoligencia con Jordi Pérez Colomé, de El País; Ramón López de Mántaras, pionero de la IA en España y Andrés Pedreño, catedrático en Economía: “Europa no debe intentar replicar a Google»
Ramón López de Mántaras destacó que “Detrás de la IA no hay magia, hay millones de personas etiquetando datos, sobre todo en el sur global. Cuanto más grande es el modelo, más necesita de intervención humana”
Zenith celebró este martes la VI edición de Datecnoligencia con un debate transversal sobre el impacto real de la inteligencia artificial en el periodismo, la economía y la publicidad. DATECNOLIGENCIA estuvo centrada, en el impacto de la Inteligencia Artificial en la publicidad, la creatividad, la sociedad y la economía.
La IA generativa ya transforma el presente, pero aún necesita del juicio humano
La inteligencia artificial generativa no es una promesa de futuro: ya está modificando la manera en que producimos contenido, tomamos decisiones y planteamos campañas publicitarias. Pero su avance, lejos de ser autónomo o imparable, sigue dependiendo del criterio humano.
Esa fue una de las principales conclusiones que emergieron de la VI edición de Datecnoligencia, organizada este lunes por Zenith, la agencia de medios del grupo Publicis, que reunió a expertos de primer nivel en periodismo, tecnología y economía para reflexionar sobre los límites, oportunidades y desafíos de esta nueva era digital.
Moderado por el CEO de Zenith España, Abelardo Ibáñez, el encuentro contó con la participación del periodista tecnológico de El País Jordi Pérez Colomé, el investigador emérito del CSIC y pionero de la IA en España Ramón López de Mántaras, y el economista y fundador del ecosistema Torre Juana OST Andrés Pedreño.
Ramón López de Mántaras alertó sobre la tendencia a antropomorfizar la IA y caer en metáforas engañosas que le atribuyen capacidades humanas. “La IA no crea, no piensa, no tiene conciencia. Es una herramienta estadística poderosa, pero no una mente”, subrayó.
Por su parte, Andrés Pedreño defendió una visión más optimista y pragmática: “Estamos ante una herramienta imperfecta, sí, pero precisamente por eso los humanos tenemos margen para entrenarla, corregirla y utilizarla para aumentar la productividad en campos concretos”.
IA útil, pero no autónoma
Para Jordi Pérez Colomé, el momento fundacional fue claro: “En noviembre de 2022, ChatGPT puso en manos del público una tecnología que antes solo circulaba en el ámbito científico. Ese día empezó el debate social”. Sin embargo, advirtió que estamos “muy lejos de que las máquinas tomen decisiones por sí solas” y subrayó el papel irremplazable del juicio humano: “Aún somos nosotros quienes decidimos si un titular funciona, si una campaña conecta, si un contenido es ético”.
Ramón López de Mántaras destacó que “Detrás de la IA no hay magia, hay millones de personas etiquetando datos, sobre todo en el sur global. Cuanto más grande es el modelo, más necesita de intervención humana”, afirmó. También alertó del lenguaje engañoso que suele rodear a estas tecnologías: “Cuando decimos que la IA ‘piensa’, estamos usando metáforas peligrosas que distorsionan su verdadera naturaleza”.
Crear en tiempos de IA
Uno de los momentos más intensos del encuentro se produjo al abordar el impacto en el ámbito creativo. ¿Puede la IA sustituir la creatividad humana? Mántaras lo negó rotundamente: “Genera volumen, pero no excelencia. Crea lo predecible, lo promedio. La genialidad sigue siendo cosa humana”.
Para Pérez Colomé, el reto está en no delegar por completo: “La máquina puede dar opciones, pero aún necesitas criterio para elegir la buena”.
En este sentido, se discutieron también las declaraciones recientes de Mark Zuckerberg, quien auguró un futuro en el que los clientes simplemente indiquen qué quieren y una IA haga el resto. “¿Pero realmente alguien confiará en una campaña sin mediación humana?”, cuestionó Pérez Colomé, quien también puso el foco en los peligros de la automatización sin contexto.
“La imperfección actual de la IA es una ventaja»
Más optimista, Andrés Pedreño defendió la necesidad de ver la IA como una palanca de desarrollo económico si se gestiona con inteligencia, ética y educación. “La imperfección actual de la IA es una ventaja. Nos permite aprender a gobernarla antes de que sea autónoma”, explicó. Abogó por una estrategia europea basada en la especialización sectorial y la soberanía tecnológica: “Europa no debe intentar replicar a Google. Debe crear sus propias soluciones adaptadas a la sanidad, la educación, el turismo o la logística”.
Pedreño también subrayó la necesidad de formación masiva en competencias digitales: “Sin educación digital no hay transformación. Confundimos regulación con prevención, pero lo que necesitamos es alfabetización tecnológica real”.
El futuro no está definido
El debate se cerró con una discusión crítica sobre las predicciones alarmistas sobre la llegada inminente de la inteligencia artificial general. “No hay consenso sobre qué significa siquiera ese concepto. No es un hito medible, no hay una fecha mágica”, dijo López de Mántaras, aludiendo a las recientes declaraciones del ex CEO de Google, Eric Schmidt. Para Colomé, muchas de esas afirmaciones responden más a estrategias de captación de inversión que a previsiones serias: “El discurso apocalíptico vende. Pero el futuro, en realidad, se construye paso a paso”.
Más preguntas que respuestas
Lo que quedó claro en esta VI edición de Datecnoligencia es que, frente a la exaltación o el miedo, la IA requiere pensamiento crítico, control humano y responsabilidad colectiva. No es solo una cuestión técnica, sino social, cultural y económica. Como sintetizó Abelardo Ibáñez en el cierre:
“No se trata de si va a cambiarlo todo. Ya lo está haciendo. La pregunta es cómo, para quién, y con qué principios”.