«Los medios digitales los que más bulos y desinformación propagan», según el estudio ‘BULOS Y DESINFORMACIÓN»

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La desinformación que más afecta a la ciudadanía es la de tipo político

Estudio de Comunicación ha presentado el estudio ‘Bulos y Desinformación’,elaborado junto a Servimedia. La Ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez García -que ha clausurado el evento-ha afirmado que «el estudio asegura que todos somos culpables de la creación y difusión de bulos y desinformación, y por ello todos deberíamos de combatirlo, juntos debemos de lograr una solución y todos debemos apostar por la verdad».

La Ministra Portavoz ha defendido el derecho a la información (pero solo para la que el gobierno quiera facilitar)  y ha enfatizado que es esencial «transmitir tranquilidad y dar datos económicos rigurosos y contrastados para generar confianza en los inversores que quieren venir a España».

Isabel Rodríguez ha mostrado su respeto por los Medios de Comunicación, que ha recordado «están protegidos por la Constitución, y las administraciones tenemos que valorarlos para que nuestros ciudadanos tengan una información cada vez más veraz».

El acto ha sido inaugurado por el presidente de Servimedia, Fernando Riaño que ha afirmado que la «ética es la condición más esencial para hacer buen periodismo y ofrecer credibilidad», aunque sin precisar a qué ética se refiere o si solo la tiene este equipo de gobierno. 

«Los políticos y los medios deberían transmitir tranquilidad y dar datos económicos rigurosos para contribuir a una buena imagen de España y generar confianza en los inversores»

  • Consejero Delegado de Estudio de Comunicación: Benito Berceruelo, «Los bulos y la desinformación han crecido con la pandemia y el problema que generan es cada día más importante».
  • Socio de Estudio de Comunicación y exdirector de El País, Antonio Caño: «La desinformación es una enfermedad que hay que combatir con las armas que tienen los buenos periodistas».
  • Secretario General de la FAPE, Amancio Fernández: «Reivindico el oficio del periodista, y el honor y la historia de esta profesión que, considero, es útil, necesaria y digna». 
  • Director de The Objective, Álvaro Nieto: «Los periodistas tenemos muy claro que no somos responsables, y la mejor manera de protegerse de los bulos es informarse en los Medios».
  • CEO de Maldita, Clara Jiménez: «Valoramos a los Medios de Comunicación que, de alguna forma, también se convierten en verificadores».
  • Directora de 20 Minutos, Encarna Samitier: «Es fundamental que haya expertos, entidades e instituciones dedicados a la investigación».

El consejero delegado de Estudio de Comunicación, Benito Berceruelo presentó el estudio y resaltó que «luchar contra los bulos y la desinformación es una tarea colectiva y de educación y buen periodismo como las dos armas clave para luchar contra ellos». 

A continuación ha tenido lugar una Mesa Redonda en la que han participado Antonio Caño, socio de Estudio de Comunicación y exdirector de El País, Amancio Fernández, secretario general de la FAPE, Álvaro Nieto, director de The Objective, Clara Jiménez, CEO de Maldita, y Encarna Samitier, directora de 20 Minutos, moderado por José Manuel González Huesa, director general de Servimedia.

Benito Berceruelo explicó que el objetivo del estudio ha sido conocer quién promueve los bulos y la desinformación, cómo se difunden y qué efectos producen en quienes los padecen, poniendo también de manifiesto que la situación ha empeorado considerablemente desde la primera edición de este estudio realizada en 2018.

«La gran mayoría del público en general declara que todos somos culpables porque participamos en internet y en las redes sociales y deberíamos de pensar antes de divulgar noticias no contrastadas, puesto que todos nos convertimos en altavoces de bulos sin quererlo».

Incidencia de los bulos

Sobre la Incidencia de los bulos, la ciudadanía en general opina que les afectan más los temas sociales (inmigración, pobreza, paro, etc.) mientras que los periodistas (el 84%) piensan que son los de tipo político

La principal razón por la que se generan desinformación y bulos es la de perjudicar la imagen o la reputación de personas y organizaciones. Los participantes también perciben que está muy presente el deseo de obtener un beneficio, ya sea para la persona que genera falsedades o para el colectivo al que pertenece.

Los medios digitales los que más bulos y desinformación propagan y las agencias de noticias las que menos«. 

Otra de las conclusiones más reseñables es que «son los medios digitales los que más bulos y desinformación propagan y -por el contrario- son las agencias de noticias las que menos». Según periodistas y comunicadores, la labor de las agencias de verificación es imprescindible para contrastar temas especializados, como científicos o sanitarios, y no lo es en la misma medida para contenidos de tipo general.

El informe pone también de manifiesto que la educación, la formación de la ciudadanía y de los futuros periodistas son los mejores caminos para evitar los efectos negativos del engaño.

Durante el Coloquio celebrado, Antonio Caño, socio de Estudio de Comunicación y exdirector de El País ha enfatizado que»lo diferente ahora es que las mentiras y las campañas de desinformación se publican en un clima de polarización política brutal, así como la masiva difusión de noticias a través de las redes sociales. En mi opinión -afirmó- la desinformación es una enfermedad que hay que combatir con las armas que tienen los buenos periodistas».

Para el secretario general de la FAPE, Amancio Fernández, «desinformar, manipular o engañar es sencillo y barato, así como ocultar una parte de la información, pero yo reivindico el oficio del periodista, y el honor y la historia de esta profesión que, considero, es útil, necesaria y digna». 

Por su parte, Álvaro Nieto, director de The Objective, aseveró: «los periodistas tenemos muy claro que no somos responsables de este problema. Muchas veces seremos víctimas de los bulos y hay que extremar todas las cautelas. Es más, la mejor manera de protegerse de los bulos es informarse en los Medios de Comunicación».

Clara Jiménez, CEO de Maldita dijo:»Nosotros estamos orgullosos de lo que hacemos porque lo consideramos como un servicio público y valoramos a los Medios de Comunicación que, de alguna forma, también se convierten en verificadores».

En su intervención, la directora de 20 Minutos, Encarna Samitier aseguró que en el periodismo hay que tender a la verdad objetiva y no nos podemos quedar de brazos cruzados. «Es fundamental -ha señalado- que haya expertos, entidades e instituciones dedicados a la investigación».

El estudio «Bulos y Desinformación»: aumento en el volumen de creación y difusión de los bulos

En 2018 Estudio de Comunicación y Servimedia realizaron un primer estudio sobre los bulos (fake news), incidiendo en la influencia que podían tener en la población en general. Ahora (2022) se ha realizado este nuevo informe en el que destaca un aumento en el volumen de creación y difusión de los bulos, creando así un grado de desconfianza generalizado. El estudio se ha llevado a cabo entre los meses de mayo y junio de 2022. Se recogieron un total de 399 entrevistas, de las que 183 fueron a periodistas y comunicadores, en los que se añadieron preguntas profesionales, y 216 fueron a público en general.  

Conclusiones

Las principales conclusiones que arroja el estudio son las siguientes:

  • Un 66,7% del público en general y un 60,7% de los profesionales de la comunicación perciben un aumento del volumen de bulos y desinformación tras la pandemia.
  • Para un 57,6% de periodistas y comunicadores y para un 47,4% del resto de participantes, todos somos culpables de la difusión de bulos y desinformación.
  • Solo el 11,3% de los profesionales de la comunicación cree que los medios son responsables de crear o difundir falsedades, pero el resto de entrevistados cree que lo son en un 31,6%.
  • La desinformación que más afecta a la ciudadanía es la de tipo político, según lo señalan el 84% de los periodistas y comunicadores participantes. Para la ciudadanía solo lo son en un 64,1% porque los más dañinos para estos, en un 69,2% son los de tipo social.
  • Las falsedades se detectan en general (58,9% periodistas; 30,8% el resto) o por los textos y contenidos (19,3% y 35,9%, respectivamente).
  • Para los periodistas, las redes sociales más activas en la propagación de desinformación son las de los particulares (92,7%) y las de políticos y partidos (78,9%).
  • El 75,7% de los profesionales de la comunicación opina que los medios nativos digitales son muy activos en la propagación de falsedades, seguidos de la televisión (47,9%).
  • Las agencias de información son poco o nada activas difundiendo bulos y desinformación para un 80,6% de los periodistas entrevistados.
  • La mayoría de los tipos de desinformación, salvo la sátira o la parodia, son considerados muy dañinos por los periodistas y comunicadores. Sobre todo, la de tipo ≪contenido engañoso≫, que se ve así por un 96,9%.
  • La labor de las páginas de verificación en general es vista únicamente como imprescindible para un 35,5% de los periodistas y comunicadores, aunque necesaria para un 44,1%.
  • Si nos referimos a temas especializados (ciencia, economía, sanidad, etc.), aumenta el porcentaje de quienes consideran imprescindible el trabajo de los verificadores, hasta un 56,7%, y baja el de quienes lo creen necesario hasta un 32,7%.
  • De las cuatro agencias de verificación españolas incluidas en la Red Internacional de Verificadores de Datos (IFCN), Efe Verifica (78,2%) y Maldita (70,9%) son las más confiables para periodistas y comunicadores.
  • Comparativa (2018-2022). La desinformación y los bulos se generan, mayormente, para perjudicar la imagen y la reputación de personas u organizaciones (88,5%, 2018; 86,4%, 2022) y porque quien las genera cree que puede sacar un beneficio personal o para el colectivo al que pertenece (76,9%, 2018; 79,2%, 2022).
  • Comparativa (2018-2022). Los medios nativos digitales son los más proclives a difundir falsedades (69,2%, 2018; 75,7%, 2022). Igualmente, hay mayor porcentaje de periodistas de esta opinión en 2022.
  • Comparativa (2018-2022). La televisión se percibe menos tendente a los bulos y la desinformación en 2022 que en 2018 (47,9% y 69,2%, respectivamente), lo mismo que la radio (30,9% y 38,5%, respectivamente), pero aumenta ligeramente la desconfianza en los impresos (23,1% y 24,8%).
  • Comparativa (2018-2022). Las agencias de noticias siguen teniendo la mejor marca de las menos activas en la propagación de falsedades (19,2% en 2018 y 19,4% en 2022).

Pie de foto 1: Participantes en presentación del estudio Bulos y Desinformación con la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno

Pie de foto 2: Presentación estudio Bulos y Desinformación con la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno

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